sobre mí
Me llamo Sonia González Sainz. Nací en Burgos y vivo en Madrid desde hace 22 años.
Hasta los 40 años no sabía que quería ser terapeuta o iba a serlo. Se fue gestando de un modo silencioso e invisible. No fui del todo consciente hasta que un día te encuentras trabajando de lo que nunca me hubiera imaginado: t e r a p e u t a.
13 cambios
Algo que marca mi biografía son 13 cambios de trabajo vividos durante mis primeros 15 años de trayectoria profesional dentro de la comunicación, el marketing y los eventos.
Lo que de fondo se repetía trabajo tras trabajo era lo mismo: vacío, aburrimiento, cansancio, soledad, no estar en “mi sitio” y falta de dirección. Siempre buscaba estar en otro lugar aunque tampoco sabía cuál.
Tardé en darme cuenta de que ese mundo no era el mío aunque yo seguía empeñada: véase mi recorrido por 13 empresas y alguna que otra colaboración al margen de ese número…
Un noviazgo largo, sin pasión, sin ganas donde poco a poco me iba ahogando, quedándome sin oxígeno, en definitiva, sin vida.
Quimera y 8 bicicletas en casa
Ya en una segunda etapa creé y desarrollé proyectos creativos personales que fueron apeteciéndome. Uno fue Quimera, reCreando ilusiones: empresa que ayudó a soñar, viajar y revivir acontecimientos importantes en la vida de muchas personas.
Después llegó 8 bicicletas en casa, una especie de Wallapop a domicilio donde vendía objetos en buen estado arrinconados en casas y trasteros de España. Un trabajo de limpieza a muchos niveles. Aquí empecé a recuperar algo de aire, espacio y vida.
Disfruté mucho de esta fase emprendedora, artística, de gran belleza donde me sentía muy libre. Aún así, tampoco estaba tranquila y seguía buscando…
Crisis a mis 40
Sí, puedo decir que la crisis de los 40 llegó como dicen los ingleses “on time”, a ese año y a ese tiempo. Ni un año antes ni un año después.
Siempre me interesó la Psicología, las terapias energéticas y manuales, la Astrología, la Medicina Tradicional China, el Tarot …
A mis 40 tenía un montón de cursos y formación en todos estos campos. Ni se me pasó por la mente que podía dedicarme a lo que más me gustaba. Le seguía siendo fiel al marketing. Debía parecerme una locura porque no conecté esos 2 caminos hasta hace bien poco. Convivía con 2 realidades paralelas y lo sano y coherente es trabajar en lo que te apasiona de verdad.
Mis tumbos, mi rumbo
Y llegó Tumbos con rumbo que nace de mi propia experiencia vital como he contado más arriba.
Benditos y bienvenidos tumbos para ir aclarándome en la vida. Esta ha sido mi manera, no encontré una línea más recta de llegar a ser terapeuta. Ya me hubiera gustado o no…